La responsabilidad social no es exclusiva de las empresas

Los retos que nos presenta la vida actual son parte de un esquema que interconecta todos los ámbitos de nuestra sociedad, es por ello que el Maestro Luis Fernando Roldán, quien tiene una maestría en Ciencias Humanas y en Dirección de Organizaciones, además de cursar por el Doctorado en educación, nos ilustra sobre el tema de responsabilidad social. 

La modernidad ha introducido en el ámbito social un pensamiento nuevo, mismo que se ha encargado de romper los esquemas tradicionales bajo los que se solía ver el mundo y el entorno. Esto es causado por la descentralización del individuo y la perspectiva del ambiente que rodea al ser y la sociedad transformándoles en un solo ente. De este modo podemos darnos cuenta de problemas que se presentan cotidianamente, desde temas de inseguridad hasta detalles que podrían parecer simples como el tráfico local. 

Ante tales situaciones, la solución madura es la de la responsabilidad social, la cual nos permite darnos cuenta de dichas problemáticas y, más aún, nos presenta soluciones y propuestas que nos ayudarán a cambiar y mejorar. 

Como el Maestro Roldán nos menciona, todos podemos y debemos comprender la responsabilidad que tenemos para con quienes nos rodean, puesto que, si bien cualquier ayuda es buena, se necesita una mayor profundidad de pensamiento para poder comprender la raíz del problema y así encontrar la solución óptima y, en el mejor de los casos, definitiva. 

Claro, como todo en la vida, existe un aspecto económico y ecológico con la responsabilidad social, ello con el fin de tener un equilibrio en sus tres facetas: social, económica y ambiental. A cada uno de ellos le corresponderán sus propios hábitos y disciplinas que se retroalimentan entre sí. 

Ante toda esta cantidad de información puede que nos sintamos un poco abrumados en cuanto a cómo debemos ejercer estas medidas, no obstante, como nos señala el Maestro Roldán, siempre se puede empezar desde lo más cercano: el compromiso en el hogar. Es así como podemos que la comunidad inmediata tiene tanta importancia en la responsabilidad social como la tienen las grandes empresas y organizaciones. Dicho en palabras simples: el cambio empieza desde uno mismo. 

Con este comienzo se puede lograr que de manera exponencial las condiciones de todo el medio formen una identidad que se dé cuenta de que la comunidad siempre tiene el mismo y principal, el cual corresponde a todos y, por consiguiente, beneficia a todos: el bien común. 

Sin embargo, si todos somos diferentes cabe preguntarnos ¿Cómo ayudar desde mi posición? El maestro Roldán nos menciona que éstas diferencias, cuando se aprovechan bien, terminan siendo beneficiosas, puesto que gracias a ellas podemos formar una red de colaboración en la que todos busquen el bien de todos gracias a las diferentes interacciones que podemos tener cada quien. 

Un ejemplo claro de todo lo anterior es la pandemia: si bien ahora no podemos estar rodeados de nuestros seres queridos con la misma frecuencia como antes, también nos dio la oportunidad de comprender qué cosas son verdaderamente valiosas en nuestra vida y cuáles son perfectamente prescindibles. Así nos dimos cuenta de qué es verdaderamente esencial para nuestra vida y la de los demás. 

Así es como podemos decir que la responsabilidad social se vive día a día, por medio de cada uno de nosotros, y que todos podemos, y debemos, comprender nuestro papel en ella, desde educar a las generaciones que están creciendo como cuidar y escuchar a aquellas con experiencia. De este modo todos podremos vivir una mejor vida, rodeada de armonía y en donde el bien común verdaderamente sea para todos. 

Mtro. Luis Fernando Roldán de la Tejera 

Director de formación, cultura y liderazgo en UPAEP 

luisfernando.roldan@upaep.mx