Generación de cristal pros y contras de su evolución
Autor: Lia Vera Lichtle
Siempre comparando a la “Generación de cristal” con lo que fuimos de niños, donde aseguramos como verdad arraigada que tuvimos una mejor infancia, la disfrutamos más y nos formó socialmente y éramos niños resistentes a prueba de todo, no como ahora, que se rompen más fácilmente.
Y para entrar en contexto sería importante saber ¿Qué rayos es una generación?, ¿Quién dice cuánto dura?, ¿Quién le pone nombre y cuáles son las características de cada una?, ¿En qué momento cambia una generación?
Así que vamos por partes, existe algo llamado teoría generacional que le da respuesta a todas estas preguntas, pero por el momento es imprescindible entender que una generación es un conjunto de individuos que nacen en un periodo de tiempo donde comparten ciertas características, experiencias donde han sido influenciados por eventos históricos, culturales y avances tecnológicos en su juventud y de ahí se forman valores, creencias, comportamiento y preferencias.
Si bien es incorrecto llamarlos Generación de Cristal (Su nombre correcto es Homeland, o generación Contemplativa y su periodo en México empieza en 2005 y sigue hasta 2029 aprox “las generaciones mexicanas” E. Carcaño.) lo cierto es que coincidimos en que existe una gran brecha entre lo que fue la infancia en los 80’s y 90’s comparado con lo que existe ahora, donde los vemos con una sensibilidad excesiva, una gran dependencia a la tecnología, una falta de resiliencia. -Pero si nosotros aguantábamos todo, no necesitábamos de la tele, salíamos a jugar a la calle, sobrevivíamos sin la ayuda de nuestros papás-. comenta cualquier cuarentañero al que le preguntes.
¿Entonces la infancia de esta nueva generación ya no valió la pena, ya los echó a perder? Resulta que las habilidades y competencias que se necesitan hoy por hoy para subsistir son muy diferentes a las de hace 30 años, donde estos chavos de alguna manera evolucionaron y nos están educando para cuidar el planeta, con una gran conciencia social, mental y ambiental, cuestionan mucho las normas establecidas y encuentran soluciones innovadoras para los desafíos que enfrentan. También están dispuestos a aceptar y respetar las diferencias, con más de humildad.
Así que si me preguntas si nosotros éramos de piedra y ahora ellos son de cristal, yo te diría simplemente que somos diferentes y que nos ayudaría mucho aceptar que esta evolución también nos enriquece, nos hace más fuertes y de alguna manera nos libera.
Lia Vera Lichtle
Fecha de publicación: 24/04/2024