Construyendo mi salud emocional

Las neurociencias han abierto las puertas de la esperanza, y estamos hoy, frente a un camino que podemos tomar para contribuir de manera significativa a nuestra salud integral desde cualquier lugar de nuestra existencia, en cualquier momento y a cualquier edad.

El ser humano es una unidad, la teoría del cerebro integrado hace referencia a la conexión e interrelación profunda y delicada que existe entre las distintas esferas del ser humano: las sensaciones físicas, las emociones, los sentimientos, los pensamientos, las conductas, y la salud y cómo todas estas se influyen positiva y negativamente unas a otras, siendo esto parte de nuestra esencia, de ser únicos e irrepetibles.

Lo que pensamos influye en lo que sentimos, lo que sentimos en lo que pensamos, nuestras conductas influyen en nuestra salud, la salud en las conductas… y así, podríamos hacer varias combinaciones para ver la maravilla que sucede en cada uno de nosotros y cómo a partir de la consciencia de esto, podemos contribuir en la construcción de nuestra salud y por lo tanto de nuestro bienestar.

Independientemente de nuestra edad y nuestro momento particular de vida, siempre estaremos a tiempo de elegir cuidarnos, atendernos, escucharnos… decir SÍ a una vida más consciente, con un encuentro con nosotros mismos… ya que el tiempo es uno de los bienes más preciados que tenemos y aprovecharlo es una elección que vale la pena tomar.

Dentro del concepto de Salud Integral, quiero poner atención especial en la Salud Emocional, que hace referencia a ese estado, que nos permite estar en la vida cotidiana de manera atenta y compasiva, asumiendo la responsabilidad de todas aquellas conductas que debemos realizar para vivir en armonía dentro de las circunstancias que estamos viviendo.

Profundicemos en el concepto de Salud Emocional y partamos de que las emociones impactan en nuestra salud; las emociones se sienten el cuerpo, a través de las sensaciones físicas y su presencia nos avisa que tenemos una necesidad por cubrir, reconocer nuestras emociones, nombrarlas, escuchar la necesidad, cubrirla de manera sana y decidir qué hacer con lo que estamos sintiendo, es uno de los caminos para construir nuestra Salud Emocional.

Es interesante tomar en cuenta que concepto de salud ha evolucionado con el transitar del tiempo, ahora al hablar de salud ya no se habla de ausencia de enfermedad, sino de bienestar integral, por eso el camino de la Salud Emocional es parte de esto, la paz interior, la tranquilidad y la congruencia son un buen termómetro de la gestión emocional, lo cual favorece el bienestar.

Es importante mencionar que el bienestar emocional, no hace referencia a un estado permanente de alegría, ni a un estado de ausencia de malestar, sino que está relacionado con estar-bien con lo que estamos viviendo con una actitud en la cual podemos elegir desde la responsabilidad y ética qué hacer o qué actitud tomar ante lo que estamos viviendo.

El bienestar se relaciona con el estado de ánimo en el cual nos sentimos bien, adecuados, gestionamos las emociones y afrontamos las circunstancias cotidianas, siendo esto la plataforma de la salud para sentirnos aptos para la vida y sus circunstancias.

¡Qué bello! es construir este camino de posibilidad, de esperanza, de compasión, de tener salud y bienestar emocional, observarnos, escucharnos, atendernos y cuidarnos es parte de este proceso, recuerda que el autocuidado no es lujo es prioridad.

Independientemente de tu edad, la salud emocional… es algo que mereces, que te corresponde, que es tuyo y sé que cuentas con la sabiduría para abrir la puerta que te dice, ve construye tu salud, siempre estás a tiempo, date este tiempo para cultivar y cosechar este regalo para ti.

AMALIA OSORIO VIGIL

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